domingo, 18 de julio de 2010


-¿Cuántas veces tenemos que discutir lo mismo?.
-Hasta que me expliques el ¡por qué!-aún intentaba encontrarle una explicación lógica a lo que pretendía, pero no la veía con claridad-. Es que no lo entiendo, corazón.
-Pero... ¿por qué?, no es tan difícil-torció el gesto por que al parecer ella lo tenía bastante claro-.
-No lo sé- le respondí con franqueza-. No entiendo el por que me quieres a mi, el por que te disgusta cuando no estoy cerca de ti, el por que quieres estar conmigo a toda costa, aún cuando se opone casi todo el mundo...
-Por que ¡TE QUIERO!, no me importa lo que los demás piensen, me da igual si creen que me he vuelto loca, no me importa, te quiero a ti por que, me encanta como eres, esa fachada de chico malo solo la tienes para los demás, en cambio, conmigo no eres así eres dulce, amable, cariñoso... eres todo lo que un día soñé. No me importa en absoluto que los demás piensen que eres malo para mi, ellos no tienen mis sentimientos y tampoco llegarían a entender nunco lo mucho que te quiero, y menos aún te conocen como te conozco yo...

Después de decirme esto mirandome a la cara, se me hizo un nudo en la garganta, no sabía que decirle... cuando me volvió a mirar vi que se había ruborizado y en sus encantadores ojos relucía una pequeña lagrima. Justo en ese momento lo comprendí absolutamente todo. No podía creer que hasta ese mismo instante no me hubiera dado cuenta de cuales eran mis sentimientos hacía ella, la amaba más de lo que hubiera podido imaginar.

- Yo... bueno la verdad es que sabes que no se me da bien decir mis sentimientos en voz alta, y menos cuando son tan intensos- le confese mirando al suelo-. Pero lo cierto es que... te quiero más de lo que imaginas.
Ella alzo los ojos para estudiar mi expresión y yo avergonzado gire la cara para que no pudiera verme, entonces sin previo aviso me abrazo, y empezo a sollozar en mi pecho. Estaba consternado ¿por qué estaba llorando?, me preocupe, la abrace con fuerza, acercandome lo más que pude a ella. No alzo los cara.
-¿Estás bien?- le pregunte porque ya había pasado un buen rato desde que me había abrazado-.Quizá no debería haberte dicho eso...
-¡NO!-me respondió de inmediato.
-Entonces..¿por qué estas triste?-. le pregunté aún sin comprender por que lloraba.
-¿Quién dice que este triste?-me preguntó confundida.
-Ah ¿no?, entonces ¿por qué estas llorando?,¿hice algo mal?-le pregunté aún más preocupado que antes.
-Claro que no. No estoy trsite y tampoco has hecho nada mal, simplemente estoy tan feliz, que no pude reprimir las lágrimas. Me alegra que por fin me dijeras lo que en realidad pensabas. Lo cierto es que esperaba que me dijeras que no sentías lo mismo por mi...- y se rió un poco nerviosa, ¿con qué por eso lloraba?.
-¿Cómo no voy a sentir lo mismo?-le dije mirandola.
-No lo sé...- me dijo y se encontro con mis ojos mirandola.

En ese preciso instante me puse demasiado nervioso, no es que gozara de experiencia con chicas, pero aún así supe que era el momento de arriesgarlo todo, incline mi rostro hacía el suyo, sin perderla de vista, entonces se ruborizo aún más, y me alzó para poder llegar a mis labio sin problema. En ese instante me sentía el hombre más feliz del mundo. Tenía todo lo que quería en este mundo en mis brazos, y por alguna extraña razón ella también me quería. Fue un beso cargado de pasión, ninguno de los dos se quería separar, es más, queríamos estar más cerca el uno del otro...

Así empezó un bello período de mi vida.

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