
Cuánto más tenemos, más deseamos. Nunca nos conformamos con lo que tenemos, siempre envidiamos a nuestros amigos porque tienen un "juguete" que nosotros no tenemos, y cuando se lo vemos, decimos "¡Yo también lo quiero!" y no estamos contentos hasta que es nuestro, aunque para ello se lo tengamos que quitar a nuestro amigo.
Son simples caprichos, caprichos que a la larga nos daremos cuenta que en realidad no eran lo que deseábamos, que por culpa de esos caprichos hemos perdido bastante, amistades, cosas materiales, sentimientos, todo queda atrás por un simple...capricho.
Pero de lo que no nos damos cuenta es que, cuando vemos lo que queremos, es como si nos volviésemos ciegos, y solo viéramos el capricho que queremos en ese instante, ese es nuestro defecto, tendríamos que ser capaces de ver más allá de lo que nosotros mismos queramos, más allá de nuestra propia felicidad, para ver que es lo que realmente le conviene al mundo, no a cada individuo personalmente. Tenemos que abrir los ojos y darnos cuenta que no somos los únicos en el mundo. Que no podemos tomar una decisión sin tener en cuenta las consecuencias de dicha decisión, sin pensar en lo que puede llegar a significar para nosotros mismos y también pensar en las consecuencias que puede traer a los que nos rodean, familiares, amigos, conocidos. También tenemos que pensar en ellos de vez en cuando. Porque por culpa de nuestros estúpidos "caprichos" lo pueden llegar a pasar mal, muy mal.
Admitamos que todos hemos tenido alguna vez un capricho que hemos deseado más que nada, pero que cuando lo tenemos en nuestras manos y podemos decir con total claridad "Es mio", ya no tiene el mismo significado, si, te puedes sentir muy contento por haberlo conseguido, pero después...¿qué?. Después no te queda nada por lo que luchar, nada por lo que quieras pelear para conseguirlo... después solo te queda un gran sentimiento de vacío. Todo simplemente por un capricho momentáneo.
Muchas veces está bien dejarnos llevar por nuestros instintos, pero solo en cosas innatas (alimentarse, reproducirse) pero la mayoría de las veces es mejor usar la lógica y los que dicen no poseerla se equivocan. Puede estar o no, más desarrollada que otra, pero aún así la sigues teniendo, en un pequeño/gran rincón de tu mente y sueles acudir a ella para algún proble que tengas, por muy nimio que sea. Todos la poseemos indistintamente de nuestro sexo, edad, madurez... Todos y cada uno de nosotros sin excepción alguna.
...
En fin, lo que quiero decir con esto es, que tenemos que tener cuidado con lo que deseamos, y luchar sólo por aquello de lo que estemos seguros, que cuando lo consigamos no nos aburriremos de ello con facilidad, pues si no es seguro este sentimiento es preferible "tenerlo" a medias, que cuando lo tengas al completo, aburrirte y quedarte sin nada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario