martes, 10 de enero de 2012

-Cierra los ojos
+¿Cerrar los ojos?¿Para...?
-Shh, no preguntes, ¿confías en mi?
-Claro, eso ya lo sabes.
-Entonces simplemente cierra los ojos.
Se quedo mirándola y sonrío, acto seguido hizo lo que le estaba pidiendo.
-Bien, ahora intenta dejar tu mente en blanco.
-...
-Ahora piensa sólo en lo que te voy a decir. Recuerda el primer momento que nos vimos, las primeras palabras que te dije, bien... ahora recuerda todas las conversaciones que hemos tenido, todas las veces que nos hemos reído ju
ntos, por tonterías, todo hay que decirlo. Ahora... recuerda aquella noche de septiembre, si, esa misma, sé que estás recordando la misma que yo, por la sonrisa que acaba de aparecer en tu cara. Recuerda la primera vez que nuestros labios se tocaron, recuerdo perfectamente esa noche, no sé tu, pero yo recuerdo absolutamente todo, cada palabra, cada gesto, cada caricia... en fin, todo. Ahora dime ¿que sientes cuando recuerdas todo esto?
-Te dije que no soy bueno para ti, te lo dije. Te dije que yo no era tu príncipe azul, simplemente que yo no podía ser ningún príncipe y mucho menos el tuyo.
-Y yo recuerdo haberte dicho que eso lo decido yo y no tú. Yo
no te pido que seas mi príncipe azul, bueno directamente yo no te pido que seas un príncipe y mucho menos uno especial, sólo para mi, no, yo no te pido eso.
-¿Entonces?¿Qué me pides?
-Momentos, eso es lo único que te pido, momentos para recordar cuando sea una vieja pachucha y le quiera contar alguna historia bonita a mis nietos, momentos imposibles de olvidar, momentos, nuestros momentos... los que siempre hemos tenido.
-Recuerda que esto ahora mismo es un simple juego...
-Pues entonces juguemos los dos.
-No te enamores de mi.
-Lo mismo te digo, cariño.
-Eso no lo puedo controlar.
-Entonces... enamorémonos mutuamente, poco a poco, sin prisas, conociéndoos, teniendo los momentos que te pido, momentos de amor, de risa, de lujuria, de pasión incontrolable...

No hay comentarios: