
-¿salimos el sábado? Se me quedo mirando como si fuera algo completamente extraño que le invitara a salir. -¿Por qué?- me pregunto, extrañado. -Pues porque me apetece pasar tiempo contigo a solas... - se lo intente explicar ya que no soy el tipo de personas que dicen sus sentimientos en voz alta. -Pero, ¿porqué? -.... ¿cómo que porqué? -Si, no entiendo porque quieres pasar tiempo conmigo, yo no soy bueno para ti, no puedo ofrecerte nada, no tengo nada para ti... Me quede atónita mirando, pensando en si lo que me estaba diciendo, me lo estaba diciendo de verdad o es que me estaba intentanto tomar el pelo. Después de un minuto de un incómodo silencio supe que lo que me estaba diciendo, esas cosas tan absurdas, me las estaba diciendo completamente en serio. -Escúchame, por favor-le pedí mientras me acercaba a él, cuando vio mis intenciones se aparto de inmediato- no te alejes, por favor, mirame. Al cabo de unos minutos, se dio la vuelta y me miro a los ojos, su expresión era desgarradora, como si alguien estuviera a punto de darle una noticia horrible, su expresión me dejo sorprendida ¿porque me estaba mirando de esa manera?. Nos quedamos otros minutos en silencio, simplemente mirandonos, sin hacer nada más, hasta que me convencí de hacer lo que estaba a punto de hacer, sin pensarmelo dos veces comenze a hablar, a decir todo lo que había callado durante un año y unos meses, ahora era el momento de la verdad. - Escuchame, lo que te voy a decir no te lo voy a repetir siempre, así que será mejor que prestes atención.- se me quedo mirando, prestando toda la atención que yo quería- lo cierto es que siempre he sido una persona que se ilusiona por cualquier cosa, con una simple palabra, incluso con una sola mirada. Siempre he tenido bastante imaginación, veo cosas que los demás no ven, me imagino cosas que a los demás ni siquiera se les ocurriría. No soy del tipo de personas que muestran sus sentimientos en público, no me gusta sentirme vulnerable, no me gusta que se compadezcan de mi cuando me pasa algo malo, tampoco soy muy social que digamos, aunque eso ya lo sabes. Le tengo un miedo horrible a terminar sola, por mis tonterías, algo que también sabes, que no soy nada buena en relaciones amorosas, principalmente porque no he tenido ninguna. También le tengo un miedo atroz a que me hagan daño. Soy una ilusa, pues siempre he soñado con el cuento de hadas perfecto, con el beso perfecto, con todo lo que nos enseñan a las niñas cuando somos pequeñas, aunque siempre este diciendo que eso son tonterías, quiero que sepas que en el fondo las deseo... No sabía como seguir hablandole, era la primera vez que le decía esas cosas a alguien, era la primera vez que me sentía así, tan vulnerable, como si estuviera esperando a que se riera de mi o algo parecido. Pero para mi gran sorpresa las risas no llegaron, solo había silencio, me parecía extraño que no me hubiera dicho nada, así que levante la cabeza, pues la había bajado debido a la vergüenza. Él me estaba mirando muy serio, estaba intentando saber si lo que le estaba diciendo era de verdad o simplemente era una estúpida mentira. No me lo podía creer, pensaba que aún le estaba mintiendo, me enfade y le dije: -¿qué estas pensando? -¿Por qué me cuentas eso?- me dijo, muy bajo. -Porque quiero que me creas, quiero que por una vez en tu vida hagas lo que deseas, que por una vez te dejes guiar por tus sentimientos... has lo que quieras hacer ahora mismo, no me enfadaré, te lo juro. Durante otra instante que me parecio eterno se quedo callado, mirandome a los ojos, entonces dio unos pasos hacía mi, se quedo justo delante de mi, ahora solo estabamos a unos centimetros de distancia. Levantó un brazo y me acarició, en el mismo intante en que me tocó, mi piel se erizo y él se dió cuenta, lo que lo hizo sonreir.Me avergonzé más todavía ¿porqué mi cuerpo era tan débil cuando él me tocaba?, no lo entendía. Me volvistes a acariciar y sin querer suspiré, me dió mucha vergüenza, no podía mirarte a la cara cuando mi cuerpo reaccionaba de esa forma... Cogistes mi cara y la levantaste hasta que me quede mirando tus ojos, me miraban de una forma distinta a la de antes, ahora podía ver un sentimiento completamente distinto, un sentiminto que nunca había visto y nunca había experimentado. Te acercastes lentamente a mi, sin dejar de mirarme, entonces cuando podía sentir tu respiración en mi boca, mi cuerpo actuó de manera involuntaria.. no sabía que hacer, aunque tampoco importo mucho, simplemente paso... nuestros cuerpos se llamaron mutuamente y ambos reaccionamos a las carias de la misma forma, con más caricias... nunca lo olvidaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario