
Siempre estamos pensando en como sería vivir uno de esos maravillosos romances de películas que parecen no tener fin. No nos fijamos en lo que tenemos a nuestro lado, no nos fijamos en las puertas e incluso las ventanas que se nos abren porque estamos tan obsesionados con conseguir dicho romance que no distinguimos la realidad, ignoramos todas nuestras oportunidades. Ignoramos las oportunidades de conseguir un amor similar, pero siempre hay algo que nos echa hacia atrás, de lo que no nos damos cuenta es que en muchas ocasiones el amor que encontramos en la vida real, supera en muchas cosas al amor de las películas. La diferencia principal es que lo sentimos con cada parte de nuestro cuerpo, no decimos ''que bonito'' y nos quedamos ahí, no, lo sentimos y lo vivimos... Así que nuestra mejor opción es dejar de esperar ese romance tan bonito y empezar a mirar hacía las puertas y ventanas que se nos están abriendo!
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